Como cada 22 de septiembre, celebramos hoy el «Día Mundial sin Coches», inicitativa en la que cada vez paraticipa un número mayor de países. Y es que las noticias sobre el calentamiento global y las emisiones ya forman parte de nuestro día a día. Y no solo eso, sino que sufrimos las consecuencias: aumento de la contaminación, atascos interminables, cambios repentinos

La movilidad (tanto de personas como de mercancías) es una de las bases de nuestros sistema actual. El acceso a dicha movilidad y los avances en los sistemas de transporte nos permiten aumentar nuestra calidad de vida, sin embargo, no parecemos ser conscientes de la gran importancia que tiene en el calentamiento global del planeta. La globalización y la transformación

¿Qué tienen en común Bilbao y Nottingham además del clima? Ambas ciudades han decidido aostar por los autobuses eléctricos, con el objetivo de crear flotas más eficientes y adaptadas al futuro. En pleno proceso de transformación de la flota de autobuses convencionales a una mucho más eficiente de autobuses eléctricos

Que el transporte es uno de los grandes contribuyentes a la contaminación de nuestras ciudades no es ningún misterio. Las campañas de concienciación del uso del transporte público, los cortes de cirucalación de vehículos privados y otras muchas alternativas, ayudan a mejorar la situación, pero la cosa no queda ahí

En China tienen grandes problemas con el tráfico, eso no es ninguna novedad, pero es que además parece que solo puede ir a peor. Se estima que cada año se suman unos 20 millones de conductores al tráfico de sus ciudades. Con todo esto es normal que dejen volar su imaginación para itentar ponerle freno. ¿La última idea?