Nada más levantarnos, muchos de nosotros lo primero que hacemos es preparar una buena taza de café para empezar el día con energía. Este simple gesto, que forma parte de la rutina de muchas personas, podría pasar a formar parte de la de muchos autobuses también en un par de años. La star-up británica Bio-bean ya está trabajando en un biocombustible alternativo para los autobuses de Londres, que tiene posos de café como ingrediente principal. La compañía aspira a producir 6.000 litros de este nuevo combustible, que serían suficientes para mover un autobús durante un año.
Redescubriendo el poder del café
El objetivo principal de Bio-bean, fundada en 2013, es reutilizar los posos de café, que de lo contrario se acumularían en los vertederos generando grandes emisiones de CO2. Sin embargo, el objetivo no es solo crear biocombustibles, sino también «troncos de café», para usar en fogatas y hogueras como sustituto ecológico de la madera.
Un nuevo enfoque para los biocombustibles
Bio-bean recoge diariamente miles de kilos de posos de café en establecimientos (restaurantes y cafés) de varias ciudades de Inglaterra, para transformarlos posteriormente en su fábrica de Cambridge. Allí, los posos se transforman en aceite y se mezcla con diversos combustibles para crear la mezcla final: biocombustible B20. Pero, ¿por qué utilizar café? Según la página web de la propia compañía, los posos de café son altamente calóricos y contienen compuestos muy valiosos, convirtiéndolos en una materia prima ideal para producir bio combustibles.
Ya se han asociado con decenas de cafeterías en todo el Reino Unido, incluídas grandes cadenas como Café Nero y Costa, para recolectar los posos. Se estima que en el Reino Unido se producen alrededor de 500.000 toneladas de café molido cada año, 200.000 de ellas solo en la ciudad de Londres.
Los biocombustibles y la búsqueda de una fuente de energía más ecológica no son nada nuevo para los famosos autobuses de Londres. La ciudad, hace ya tiempo que decidió invertir en biocombustibles con el objetivo de reducir las emisiones. De hecho, cambiar el diésel por los bio combustibles supondría reducir las emisiones de CO2 entre un 10 % y un 15 %.
Aunque ya hay muchos autobuses circulando con biocombustibles y se han usado todo tipo de desechos (El combustible del futuro: orina y excrementos para mover los autobuses), hasta ahora nunca se había utilizado el café como fuente de energía.