Viajar en autobús, compartir coche, usar más el transporte público, ir en bici, andar más… Seguramente te recuerde a los propósitos de año nuevo, pero tranquilo que no van por ahí los tiros. Se trata más bien de la movilidad sostenible, de cómo disminuir nuestra huella ecológica y ayudar a cuidar nuestro planeta. A continuación te vamos a contar cómo en algunos países ya lo están mejorando.
El biocombustible y los autobuses
A pesar de todas las ventajas que ofrecen las alternativas sostenibles como los autobuses, los trenes, el compartir coche y el transporte colectivo en general como medios de transporte ecológicos y no contaminantes, es necesario recordar que también emiten gases nocivos, aún cuando sea en pequeñas cantidades. Y ahí es donde surgen las nuevas alternativas como los denominados autobuses ecológicos. Pero ¿de qué se trata exactamente? Son vehiculos que utilizan biocombustible como fuerte de energia. Este biocombustible se puede obtener de aceite de cocina reciclado, orina y deshechos de animales o incluso de las aguas residuales de nuestras ciudades.
¿Autobuses que funcionan con excrementos de vaca?
¿Orina y aguas fecales? En efecto, el Reino Unido dispone de una flota de autobuses ecológicos, presentes en casi todas las regiones del país, que se mueven gracias a los excrementos de vaca. Uno de ellos, el Bus Hound, incluso acaba de recibir el titulo al «autobús de línea más rápido del Reino Unido», alcanzando los 123,57 Km/H. Además tranforman los excrementos humanos procedentes del sistema de alcanarillado de Bristol en bio metano, que utilizan para mover los autobuses que realizan la ruta de autobuses Bristol ↔ Bath.
¿Autobuses que funcionan con pañales usados?
Pero no vayas a pensar que esto es solo cosa de los británicos, en Oslo han comenzado a utilizar el metano producido por sus plantas de tratamiento de aguas residuales para su uso como biocombustible en 80 autobuses urbanos. En Canadá, la empresa AMEC quiere aprovechar pañales usados para producir biodiésel. Esperan poder convertir 180 millones de pañales al año en 11 millones de litros de biodiesel.
Las posibilidades son inmensas, también se puede crear biocombustible con café, chocolate o refrescos. Como verás existen variedades para todos los gustos. ¿Tu con cuál te quedas? ¿Conoces algún otro ejemplo digno de mención?…. ¡Cuéntanoslo! 😉
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