Dónde comer en Madrid, es una de las búsquedas más habituales antes de cada viaje a la capital. Y es que, se dice que la gastronomía es una de las mejores formas de conocer un lugar. La gastronomía madrileña es una auténtica delicia para el paladar y está compuesta por una gran variedad de platos consistentes y llenos de sabor. ¿Quieres saber cuáles son nuestros favoritos?
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Callos a la madrileña
Varias carnes de casquería, generalmente callos, pata y morro, panceta o jamón, especias y laurel, y finalmente chorizo y morcilla. Para rematar y conseguir su característico punto picante, se añade una salsa con ajos, cebolla y guindilla.
¿Dónde comer en Madrid callos a la madrileña?
- La Tasquería: Javi Estévez define su restaurante como la combinación perfecta entre una tasca y la casquería, de ahí el nombre. Casquería de alta cocina (con una estrella Michelín) con un toque casual e informal que ya ha conquistado el estómago de miles de madrileños.
- La Tasquita de Enfrente: Juanjo López sirve desde el primer día unos callos tradicionales, los de toda la vida, que gracias al chorizo y la morcilla asturianos cuentan con un potente sabor. Tradición y vanguardia, una apuesta segura que seguro que querrás repetir.
Sopas de Ajo
También conocida como sopa castellana, es un plato de lo más tradicional y con ingredientes muy sencillos. Ajos fileteados, salteados en una cazuela con aceite hasta que están dorados, trozos de jamón y unas rebanadas de pan duro.
¿Dónde comer en Madrid sopas de ajo?
- Restaurante Botín: es, según el Libro Guinnes de los Records el restaurante más antiguo del mundo. Desde 1725 ofrece la mejor comida castiza de la ciudad. Entre sus especialidades, destacan el cochinillo y el cordero asado y la sopa castellana (o sopa de ajo).
- El Ingenio: de la sopa de este castizo mesón de la calle Leganitos se dice que «reanima a los muertos». Y es esta característica tan especial (dicen que hace milagros con la resaca) la que la ha hecho tan popular tras una noche de juerga, como por ejemplo Nochevieja.
Caracoles a la madrileña
¿Dónde comerlos en Madrid?
Caracoles en una salsa de caldo de carne y embutidos de matanza con un ligero sabro picante. Cocidos con un sofrito de cebolla, ajo y guindilla, con jamón, chorizo, pimentón y tomate. Para rematar un poco de ajo, comino y pimienta negra.
- Casa Amadeo – Los Caracoles: este templo de los caracoles a la madrileña fue fundado en 1942. Como su propio nombre indica, el plato estrella son los caracoles guisados en un gran perolo siguiendo la receta familiar. Con chorizo, tocino y un toque bien picante, obligana a mojar pan.
- Bar Los Mellizos: este pequeño bar de Canillejas es famoso por su receta de caracoles en salsa de chorizo, jamón, tocino y pimentón y por sus caracolillos a la andaluza (en caldo de hierbabuena y guindilla). Disfruta de comida casera de calidad incluso para llevar.
Patatas Bravas
Las patatas bravas son una constante en todo bar de tapas que se precie. La receta no se puede ser más simple y a la vez más acertada: patatas fritas cortados en trozos con forma de dados y acompañadas de una salsa normalmente picante.
¿Dónde comer en Madrid patatas bravas?
- Las Bravas: este restaurante cuenta con el honor de haber creado las famosas patatas bravas. Ya en los años 50 comenzaron a elaborar una salsa picante que añadían a las patatas. Una década después registraron la marca «Las Bravas». También patentaron la salsa brava, elaborada de manera artesanal y con un ligero sabor picante.
- Docamar: este mítico local cuenta con una salsa original y secreta que se puede incluso comprar por litros para llevar a casa. Sus creadores, acostumbrados a pelar más de 3.000 kg de patatas a la semana, nunca han desvelado la receta de esta maravillosa salsa con regusto a pimentón y un poco más picante que la mayoría.
Cocido Madrileño
Existen diversas composiciones de los ingredientes de un cocido pero básicamente se resumen en el empleo de: garbanzos, carne (de cerdo, de vaca y de gallina), tocino de cerdo y patata. La sencillez de elaboración hace que incluso se afirme que se «hacen solos».
¿Dónde comer en Madrid cocido madrileño?
- Taberna La Bola: es famosa por servir uno de los cocidos más ricos de Madrid. El secreto está en su métdo clásico de cocción: a fuego lento y con carbón de encina. Además, se prepara en pucheros de barro individuales y la elaboración de cada puchero puede llegar hasta las cuatro horas.
- Casa Lhardy: este restaurante ya funcionaba antes de que la luz eléctrica, el teléfono o incluso el asfaltado de las calles llegasen a la ciudad. Tiene tanta historia, que ha sido lugar de encuentro de grandes personalidades como Manolete. Su cocido se sirve en dos vuelcos.
Huevos rotos/estrellados
Su elaboración es bien sencilla: patatas fritas, huevos y trozos de jamón. Este último se puede sustituir fácilmente por cualquier otro producto que nos guste como el chorizo, las setas o los espárragos. Las posibilidades son infinitas.
¿Dónde comer en Madrid huevos rotos?
- Casa Lucio: es uno de los restaurantes más emlemáticos de Madrid, y precisamente se ha hecho famoso por servir unos de los mejores huevos estrellados del mundo. ¿Su secreto? la cocina de carbón, donde además de los huevos también se preparan otras delicias como el rabo de toro, los callos o la sopa de cebolla.
- Los Rotos: es una cadena de bodeguillas con más de 11 años de experiencia y 6 locales abiertos en la actualidad. Su especialidad son los huevos rotos, estrellados sobre un pan. De hecho, en sus locales se pueden degustar más de veinte variedades de este delicioso manjar.
Bocadillo de calamares
Es probablemente el plato más sencillo pero más típico y tradicional de la ciudad. Un simple bocadillo relleno de calamares a la romana. No existe una combinación mejor y raro es el bar que no lo sirva.
¿Dónde comer en Madrid bocadillo de calamares?
- El Brillante: aunque se sirven en cada bar, este es sin duda el lugar más mítico para comer bocadillos de calamares en Madrid. Tienen diferentes panes y formatos de bocadillo pero los calamares son inconfundibles, tiernos y jugosos. La verdad es que puede paecer un poco caro, pero sin duda la experiencia merece la pena.
- Cervecería plaza mayor: a pesar de la distancia hasta la costa, los propietarios de este emblemático local presumen de tener los calamares más frescos del Cantábrico. Fritos en aceite de oliva y servidos en pan estrecho, sus bocatas son imprescindibles si te paseas por los alrededores de la Plaza Mayor.